Parece que esta temporada, para ganar un partido tendremos que sufrir hasta los minutos finales.
Aunque de antemano podría parecer un desplazamiento fácil a Cádiz terminamos implicándonos nosotros mismo.
Tras un intenso calentamiento, comenzó el partido con el equipo muy concentrado y metido, todos sabíamos lo que nos jugábamos, era un partido que no podíamos perder, rápidamente tomamos el mando en el marcador, hasta alcanzar una diferencia de 5 goles (5-10), que se fue difuminando ante el acierto del equipo local que consiguió llegar al descanso con solo tres abajo (9-12).
La segunda parte se inició como termino la primera, con el equipo dormido, frío, se circulaba pero no se fijaba ni se realizaban jugadas que diesen opciones de incrementar el marcador, en los primeros 10 minutos de la continuación solo se anotó un gol mientras que los locales con una intensa y dura defensa unida al acierto en ataque no solo consiguieron acercarse, sino que se adelantaron (14-13).
La dureza con la que estaba empleando en defensa el equipo local, les paso facturas, unos contraataques claros por nuestra parte, fueron repondidos por duras entradas que llevaron al banquillo primero a un jugador local con 2 minutos( 42'), seguido de otra exclusión con 2+2 minutos (44'), momento que fue aprovechado para distanciarnos nuevamente en el marcador, que ya no se redujo ni con los locales al completo.
Dos puntos vitales, aunque ahora todos los son, y esperar que el desplazamiento a Carbonera, se pueda sacar algo positivo.




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